28 de noviembre de 2016

Cuatro reinas

 

Aún siguen por aquí, aunque no sabemos hasta cuando y la sucesión de temporales no nos dejan pescar.

El día empezó con un desagradable oleaje del Este, no había mucho viento, pero estaba metido del día anterior.
La primera pieza y más pequeña, salió a jigging ligero. Es un disfrute sacar una pieza así con una caña de spinning tan fina. Esto nos puso alerta, el banco estaba ahí y había que intentar engañarlo.


Peeeeero no quisieron más muestras y prefirieron el cebo vivo. Dos bonitas picadas casi seguidas trajeron la alegría a bordo, seguimos teniendo suerte.


Ya en los minutos finales de la jornada, cuando pensábamos en venirnos a puerto, una última picada puso el broche final al día de pesca. El viento roló al suroeste y este trajo la calma. El mar se quedó como un plato, y la temperatura era bastante agradable para las fechas a la que estamos.




No nos queda más que agradecer al mar todo lo que nos regala. Hay que ser agradecido, cuidarla y respetarla, y algún día te lo recompensará. El "soy el mejor y sólo yo conozco las piedras" se lo dejo a otros. Cada uno allá con sus egos.

¡BUENA PESCA!

21 de noviembre de 2016

Corvinatas


Estamos teniendo un año de abundante levante, más de lo normal. No es un viento que me guste mucho para la pesca, pero no queda otra. Esta vez Windgurú y las diferentes predicciones fallaron, marcaba muy poco viento y oleaje pero conforme fueron pasando las horas el 'lestazo' fue cada vez mayor.
La jornada transcurrió tranquila en cuanto a actividad hasta el mediodía, teníamos chocos y caballas vivas caladas pero no les hicieron caso hasta pasadas unas horas, a pesar de que la sonda marcaba bastante pescado en el fondo.

A mediodía el viento roló a suroeste y bajó significativamente el oleaje, es entonces cuando se hundió la primera boya. Salió una bonita corvinata de 3,5kg.



Tan sólo 20 minutos después una mejor picada hunde la boya. Casualmente íbamos a comprobar cómo se encontraba el cebo y Juan José tenía la caña en la mano cuando se produzco la picada. Es muy emocionante cuando notas la picada en tu mano. Salió una preciosa corvina de 8kg.



Y ahí cesó la actividad.
Ya cuando pensábamos en venirnos a puerto, y recogíamos las cosas, la mar nos quiso regalar una última picada. Una corvinata de 6kg que ponía el broche final a la jornada de pesca.





 No es gran cosa, pero para las pocas corvinas que hay esta temporada, y las fechas a las que estamos, nos vamos muy contentos.¡Seguimos tocando escama!

7 de noviembre de 2016

Seguimos en la pomada



Seguimos intentando engañar a las preciadas corvinas. Me repito diciendo que este año están escasas, cuesta mucho capturar algún ejemplar de cualquier tamaño, incluso las pequeñas.

Esta vez os voy a narrar una jornada bastante entretenida y bonita. Como siempre, salimos temprano para aprovisionarnos de cebo vivo. Esta vez sí tenemos algunos problemas para hacernos con caballas, capturamos algunas a primera hora pero no son suficientes, por lo que tenemos que, en el pesquero, intentar hacernos de algunas más.

Decidimos pescar en una marca arriesgada, tanto por la lejanía como por la dificultad para embarcar el pescado que pique. No la frecuentamos mucho pero el pescado está escaso, hay que buscar por todos lados.

La actividad comienza con una buena picada, que tras un par de minutos suelta los anzuelos. No se produjo ninguna rotura de líneas, simplemente o estaba mal clavado o el pez logró escupir. Mala suerte.

No muchos minutos después una espectacular picada hunde la boya, pero casi no nos da tiempo a sacar la caña del cañero cuando revienta la línea contra las piedras y rompe. La cara de frustación es máxima. Son dos picadas, y la última muy muy buena, y ninguna captura.

 

No hay ninguna duda de que el pescado está comiendo, a pesar de la calma chicha y de ser una marea muy corta. No desistimos de nuestro empeño.

Media hora después de nuevo se hunde una de las boyas, esta vez somos rápidos separando el pescado del fondo. Tras la batalla logramos embarcarla. ¡Al fin!


El día nos guardaba lo mejor para el final. Cuando el foreñito empezó a soplar suavemente, la boya se hunde y rápidamente el pescado busca el escondite. Las grandes piezas son listas, solo así han conseguido crecer hasta ese tamaño, pero si quiere jugar se tiene que enfrentar a un freno bien apretado, ya hemos aprendido de las picadas perdidas anteriores. 

Una de las imágenes más bonitas de la pesca es cuando ves emerger la corvina. Su color plateado brilla bajo el agua y conforme sube agotada va aumentando su tamaño. ¡Es preciosa!



Somos muy afortunados, la mar nos sigue regalando grandes momentos y jornadas de pesca en tiempos difíciles. ¡Cuánto echamos de menos esto años atrás!